El auditor general de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, sostuvo que para las modificaciones de Gabinete “hubo un acuerdo y ha habido cambios en dos planos, tanto a nivel nacional como en la provincia de Buenos Aires. Los dos tienen un sentido”.

“El jefe de Gabinete (Juan Manzur) es un gobernador en uso de licencia y tiene como objetivo volver a acordar y buscar una política más federal. El Gobierno de Alberto Fernández tuvo una visión más limitada al AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) donde aplicó una cuarentena eterna”, analizó el excompañero de fórmula de Mauricio Macri.

En tanto, consignó que “el cambio que se da en la provincia de Buenos Aires, con la incorporación de Martín Insaurralde, tiene como objetivo volver a acordar con los barones del Conurbano. Es decir, los intendentes que tienen poder territorial para tratar de recomponer y reconstruir la base electoral de cara a la elección de noviembre”.

En declaraciones a CNN Radio, el dirigente rionegrino opinó que esta reconfiguración ministerial refleja una “fuerte gravitación de la visión de la vicepresidenta, Cristina Kirchner”.

“El único punto flojo, que denota que al Gobierno no le interesa para nada la política internacional, es la Cancillería”, añadió en torno a la designación de Santiago Cafiero en la cartera diplomática.

En ese sentido, disparó: “Cafiero me parece carente de toda formación, aunque es una ratificación de la figura del Presidente. Cuando este lo nombra como canciller, está ratificando que no le tocaron al jefe de Gabinete y lo pone en un rol preponderante. La realidad es que la política exterior argentina es una catástrofe”.

“Incluso la salida de Felipe Solá es poco digna. Más allá de su evaluación como canciller, deberían haber esperado 48 horas para que terminara su actividad en la reunión internacional programada en México. El peronismo es impiadoso en términos de cómo funciona”, finalizó el exsenador nacional.