El presidente Alberto Fernández viajó a Brasil y mantuvo una reunión con el mandatario electo de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, tras su triunfo en el balotaje que se celebró este domingo en ese país y con la expectativa de comenzar una nueva etapa en la que el día del Partido de los Trabajadores (PT) cumplirá un liderazgo clave para relanzar la relación bilateral para “unir a la región”.
Fernández llegó a la reunión con Lula junto al canciller Santiago Cafiero y al embajador argentino en Brasill, Daniel Scioli. “Mucha expectativa. Recién llegamos y ahora se van a reunir. Después va a haber un almuerzo”, expresó unos minutos antes del inicio del encuentro la portavoz de la Presidencia Gabriela Cerruti, quien también formó parte de la delegación.
El encuentro comenzó alrededor de las 13.30 en el segundo piso del hotel Intercontinental de la ciudad de San Pablo donde, al llegar al lugar, Fernández manifestó su deseo de “darle el abrazo que merece” a Lula y destacó: “Es un hombre de bien, es un líder en la región. Estamos muy contentos”. En ese marco, recordó cuando estuvo en el penal de Curitiba, estado de Paraná, al visitar al vencedor del balotaje en Brasil.
El presidente argentino es el primer mandatario que se reúne con el jefe de Estado electo de Brasil tras el balotaje en el que derrotó a Bolsonaro con el 50,9% de los votos frente al 49,1% del actual presidente, quien competía por su reelección.
“Tengo una profunda alegría por lo que representa políticamente el triunfo electoral de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil y por lo que representa su liderazgo en la región; es una alegría íntima, personal”, subrayó el Jefe de Estado.
“Lo he tratado muchas veces, en funciones y como compañero. Tiene una enorme peculiaridad que es un liderazgo auténtico, y llega en un tiempo donde la región ha tenido muchos cambios. La llegada de Lula puede ayudar en volver a unir al continente, donde la globalización está en tela de juicio y adquiere otro significado. En la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) faltaba la presencia de Brasil”, aseguró el presidente argentino.