El partido Unidad Popular le ofreció al juez Juan María Ramos Padilla postularse como precandidato a jefe de Gobierno porteño y competir en las PASO del Frente de Todos.

El magistrado aceptó el convite, pero supeditó su postulación a la previa resolución de su situación como miembro del Poder Judicial, ya que integra el Tribunal Oral número 29 y ese cargo es incompatible con la actividad electoral.

Ante la oferta para competir políticamente, para Ramos Padilla padre aparecen tres alternativas: renunciar a su cargo, acogerse a la jubilación (está en edad de hacerlo) o pedir una licencia sin goce de sueldo.

Esa última alternativa fue la escogida con frecuencia por jueces y fiscales que decidieron incursionar en la actividad política, pero sin alejarse de sus funciones en la magistratura.

El juez es un declarado defensor de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y ha exigido públicamente al presidente Alberto Fernández que dicte un indulto para ella ante la condena en la Causa Vialidad.

Ramos Padilla es uno de los principales impulsores desde adentro del Poder Judicial del juicio político a la Corte Suprema y adhiere a la teoría del “lawfare” como herramienta de persecución para los ex funcionarios del kirchnerismo.

De larga y antigua militancia en causas por violaciones a los derechos humanos, fue abogado del fallecido referente socialista Alfredo Bravo y uno de los principales querellantes en expedientes contra su torturador, Miguel Etchecolatz.

Además, es el padre del ex juez de Dolores y actual titular del Juzgado Federal con competencia electoral de La Plata, Alejo Ramos Padilla.

El caso más saliente es el del juez de la Cámara Federal de Casación Carlos Mahiques, quien en 2015 pidió licencia para ser ministro de Justicia bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal.