La nueva batería de aumentos –entre ellos el gas, transporte y combustibles- sumado a la imparable escalada inflacionaria, pero sobre todo el primer pedido fallido de detención de Pablo Moyano, empujaron a la CGT a lanzar el quinto paro general contra el Gobierno de Mauricio Macri. 

Así lo confirmó este jueves a la mañana Carlos Acuña, uno de los dos secretarios generales de la central obrera. "En noviembre vamos a un paro general de 36 horas con movilización. La CGT no es débil para nada, tiene la mayoría de los gremios”, aseguró el gremialista en diálogo con AM 530. 

En rigor, la medida de fuerza por 36 horas venía siendo reclamada desde principio de año por los sectores más combativos del sindicalismo que le pedían a la GCT que endurezca su postura contra Cambiemos. "El gobierno está mirando para otro lado. El 50% de la población no se está alimentando bien", aseguró Acuña. 

Otro de los que abonó el paro fue el líder de Sanidad, Héctor Daer. "El Gobierno fue de rodillas a que el FMI lo auxilie y entregó la soberanía política por lo cual pierden la posibilidad de atender las cuestiones domésticas. No tiene más margen de maniobra", detalló el otro jefe de la CGT a FM La Patriada. 

En tanto, los Moyano encabezarán este sábado una movilización a la Basílica de Luján, bajo el lema "Pan, Paz y Trabajo", convocada por el flamante Frente Sindical para el Modelo Nacional. Este miércoles la Iglesia respaldó a los camioneros en una reunión con el obispo de Lomas de Zamora y titular de la Pastoral Social, Jorge Lugones. 

Los próximos pasos de la central obrera será elevar la propuesta de la huelga al Consejo Directivo, que debe aprobar o rechazar la medida. La clave para garantizar la efectividad de la iniciativa será la adhesión de los sindicatos del transporte. El 25 de septiembre el apoyo fue unánime.