El ex ministro de Economía Roberto Lavagna ya no es bienvenido en las filas de Alternativa Federal, por lo que estaría dispuesto a continuar con su aventura electoral de la mano del GEN, el Socialismo, un sector del radicalismo y el duhaldismo reciclado que todavía lo apoyan, pero sin poder de fuego real en el territorio. 

El faltazo del ex funcionario a la cumbre del peronismo alternativo no cayó nada bien en el resto de los dirigentes e incluso Miguel Ángel Pichetto, principal impulsor de su candidatura, estaría dispuesto a dejarlo afuera del armado por la insistente negativa de participar en una primaria tal como reclaman el resto de los candidatos. 

La gran esperanza de Lavagna era que el gobernador cordobés Juan Schiaretti se definiera claramente a su favor como candidato único de su espacio, pero el mandatario se manifestó a favor de utilizar las PASO para definir las candidaturas de Alternativa Federal que van a competir contra Mauricio Macri y Alberto Fernández. 

De esta manera, quedan en carrera Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey como presidenciables con intenciones de competir en una interna y más allá de que tras el encuentro al que no concurrió el ex ministro hubo un cruce de llamados, lo cierto es que por el momento todos estarían dispuestos a cerrar filas y dejarlo afuera si quisiera volver. 

De todas formas, tampoco Alternativa Federal tomó una definición demasiado clara debido a las oscilaciones permanentes de Massa que se niega a poner a Cristina Kirchner como un límite y sigue hablando de la necesidad de una "gran primaria" de la oposición para derrotar a Macri sin volver al pasado. 

Finalmente, la postura de Lavagna le permitió a varios dirigentes insistir con la idea de que el ex ministro es apenas un "títere" de Eduardo Duhalde, que tenía como mandato dividir al peronismo para garantizar el triunfo de Cambiemos más allá de la difícil situación económica y de las críticas que el propio ex presidente realiza en público.