Son días convulsionados en el centro de campaña del Frente de Todos. Mientras Matías Lammens entra en el edificio de México 337 en el barrio porteño de San Telmo para reunirse con el equipo de Alberto Fernández, sus colaboradores más cercanos charlan en la sala de espera con los intendentes de San Martín y Hurlingham Gabriel Katopodis y Juanchi Zabaleta. 

Afuera, hay una guardia periodística 24 horas para un Alberto que, aseguran sus colaboradores cercanos, todavía descree del tratamiento presidencial. Adentro, los estrategas están envalentonados con la victoria del candidato, e incluso piensan que pueden ir por lo que hasta antes de las PASO parecía imposible: conseguir los votos que faltan para ganarle en un eventual balotaje a Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires. 

La primera clave detrás del optimismo del Frente de Todos es el “efecto ola”. Los estrategas de la campaña aseguran que el 47% que Alberto Fernández sacó en las PASO del domingo puede trasladarse hacia los distritos en los que tienen chances de mejorar sus rendimientos como Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires. “No lo da vuelta ni Gallardo”, ilustra un colaborador muy cercano a Alberto Fernández que, además, es hincha de River Plate. 

El factor determinante para ganarle a Larreta son los votos en blanco 

En las PASO, hubo un 8% para jefe de gobierno y un 3% a nivel nacional para presidente. En las 11 elecciones ejecutivas en la Ciudad de Buenos Aires, entre primeras vueltas y balotajes, sólo una vez se superó apenas el 5%. Del 8%, desde el Frente de Todos, especulan en atraer un 5% que podría votar por su candidato y así acercar el 31,97% que consiguieron al 46,54% de Larreta. 

“Nosotros crecemos y ellos están perdiendo representatividad. Los partidos que no pasaron las PASO son más cercanos al Frente de Todos. Tenemos mejor vínculo con Roberto Lavagna, con la izquierda, con el el socialismo nacional”, confía una fuente en la mesa chica del presidente de San Lorenzo de Almagro que también se ilusiona con un mejor desempeño de cara a octubre. 

Desde las oficinas de Lammens admiten que en un eventual balotaje un electorado que podría seducir es el 7,22% que votó a Matías Tombolini. 

En los próximos días, el equipo de Lammens hará una serie de estudios cualitativos y cuantitativos para identificar dónde pueden conseguir un mejor desempeño en octubre. Aunque por primera vez el kirchnerismo ganó en dos comunas del Sur como la 4 (Nueva Pompeya, Parque Patricios, La Boca y Barracas) y la 8 (Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo), saben que las comunas que votaron en las últimas 3 elecciones al oficialismo porteño no los elegirán, pero apostarán todo a los distritos de clase media en los que tienen posibilidades de crecer como Almagro, Caballito, Flores, Floresta, Balvanera, Colegiales, Villa Urquiza, Saavedra y Devoto. 

La economía será otra clave 

Especulan con que el dólar, el riesgo país y la inflación de los próximos dos meses hagan mella en la confianza presidencial y que la imagen de Horacio Rodríguez Larreta quede asociado a él. Desde el entorno de Matías Lammens jugarán todas las intervenciones públicas a destacar que el jefe de gobierno es uno de los integrantes de la mesa chica y tiene injerencia en las decisiones a nivel nacional. 

¿Qué papel jugará la hasta ahora escondida candidata a vicejefa de gobierno porteño Gisela Marziotta? 

Aunque desmienten haberla dejado a un lado, desde las oficinas de Lammens aseguran que todavía están estudiando cuál será el rol central de la periodista. Dicen que ella estará más presente a partir de la semana que viene, cuando oficialice su candidatura, una vez que esté el escrutinio definitivo de las PASO. Por estas horas se la pudo ver levantar el perfil en una foto con la candidata a vice de Axel Kicillof, Verónica Magario. 

El equipo de campaña de Matías Lammens lo integran dirigentes de varias extracciones ideológicas, pero que terminaron confluyendo en las filas del Frente de Todos. Entre ellos, Claudia Neira, candidata a legisladora porteña; Mariano Recalde, candidato a senador por la Ciudad del FdT; el exsecretario de Empelo Matías Barroetaveña y el politólogo Manuel Socías. 

En cuanto al estilo de campaña, Lammens mantendrá el estilo sereno y de outsider que llegó a la política para imprimir una campaña deskirchnerizada y romper la dicha de varias elecciones en las que el peronismo nunca pudo derrotar al macrismo. Desde su entorno aseguran que es la “invisibilización de la grieta”, que tan buen rédito le dio a la fórmula Fernández-Fernández. Dicen que no enfrentará de forma agresiva a Larreta porque no es su estilo y porque mantienen una buena relación desde hace años.