25.04.2024
CABA

La Parroquia Santa Margarita María de Alacoque fue declarada patrimonio porteño

El Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad incorporó a la Parroquia Santa Margarita María de Alacoque, ubicada  en Pico 4950, en el barrio de Saavedra, de “carácter preventivo al Catálogo de Inmuebles Patrimoniales Singulares con Nivel de Protección Cautelar”. 

La Dirección General de Registro de Obras y Catastro “no dará curso a solicitudes de demolición parcial o total, modificaciones, y/o ampliaciones de obra, obras nuevas y subdivisiones que no cuenten con un informe producido por la Dirección General de Interpretación Urbanística”, informa Saavedra Online. 
Junto a la parroquia de Saavedra, se protegen estos otros inmuebles: Charlone 474, Charlone 486, Córdoba 6323 (Comuna 15); Superí 2763, Superí 2761 (Comuna 12); Cuenca 2755, Mariscal Francisco Solano López 3860 (Comuna 11). 
“Los inmuebles ut supra referidos poseen valores urbanísticos por tratarse de un conjunto de piezas de diferentes tipologías que contribuyen a definir el carácter de los barrios de Chacarita, Villa del Parque, Villa Devoto, Coghlan y Saavedra. Los mismos son representativos de la identidad de cada zona en las que predomina el uso residencial de escala media y baja. Que los casos de la Parroquia Santa Margarita María de Alacoque y del Banco Provincia de Buenos Aires sito en Cuenca 2751, particularmente se constituyen en hitos de alto valor referencial para su entorno, no sólo por su impronta arquitectónica y relación de jerarquía en el tejido urbano, sino por su valor simbólico referido a lo institucional”, se expone en la resolución.   
“La Parroquia Santa Margarita María de Alacoque es una obra del arquitecto Carlos Massa, autor que ha tenido una extensa actividad profesional en la construcción de Iglesias católicas en diversos barrios. Este caso es otro ejemplo de las iglesias de corte neorrománico empleado por el arquitecto principalmente en barrios más periféricos. La estética austera, dada por el uso del ladrillo a la vista y paños murarios lisos blancos, sumado a una composición de planta basilical -muchas veces sin naves laterales- en la que predomina el campanario como forma volumétrica que se eleva en el conjunto, convierten a estas obras en signos característicos y distintivos en entornos sencillos y sin pretensiones estilísticas heredadas del eclecticismo académico”, se subraya en la resolución. 

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