Tras la muerte del Juez Claudio Bonadío, el Juzgado Federal número 11 ya tiene reemplazante: por sorteo, el lugar quedó en poder del magistrado Marcelo Martínez de Giorgi, por un año, hasta que haya una nueva definición.
Por distintos motivos, antes del sorteo, se habían excusado María Servini, Daniel Rafecas y Luis Rodríguez. Martínez de Giorgi será entonces quien se haga cargo del Juzgado en el que tramitan varias causas de peso que involucran al poder político, entre ellas las causas vinculadas a remanentes del caso de los cuadernos del remisero Oscar Centeno.
También otra pesquisa por el hallazgo de documentos históricos en la casa de El Calafate de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y por el traslado de muebles en aviones presidenciales.
Además se investiga en el juzgado federal 11 la denuncia por supuestas irregularidades en la licitación de las obras del Paseo del Bajo, actualmente bajo estudio de la Cámara Federal a raíz de sobreseimientos que dictó Bonadio en diciembre pasado al ex ministro de Transporte del macrismo Guillermo Dietrich, entre otros.
Otra causa que tramita su juzgado es la llamada “Operación Puf” relativa a un supuesto complot para invalidar la investigación del caso “cuadernos”.
Desde el reinicio de la actividad judicial en febrero, tras la feria de verano, el juzgado federal 11 quedó sorteado para ocuparse de nuevas denuncias, como la que alude a un presunto pago al arrepentido del caso Ciccone, Alejandro Vandenbroele a cambio de su confesión.
Días antes de morir, Bonadio había pedido extender su licencia tras la feria judicial hasta marzo próximo y el juez federal Sebastián Casanello había quedado a cargo de la subrogancia. Luego de su fallecimiento, la Cámara consideró que el motivo del reemplazo de Casanello ya no tenía razón de ser, por lo que convocó a un nuevo sorteo para establecer a un sustituto temporal.