24.04.2024
Argentina

Argentina desarrollará una vacuna contra el coronavirus

Un equipo de científicos liderado por la doctora Juliana Cassataro, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) de la Universidad de San Martín (UNSAM) y especialista en inmunología, enfermedades infecciosas y desarrollo de vacunas, ganó un subsidio de 100 mil dólares otorgado por la Unidad Coronavirus, Agencia de Investigación que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, para desarrollar una vacuna contra el coronavirus. Se trata de la primera iniciativa de este tipo en Latinoamérica.

A seis meses del primer caso de una “extraña neumonía” que afectó a miles de personas en Wuhan, provincia china de Hubei, y que luego de su rápida propagación en el mundo y tras haber sido bautizada como COVID-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, se identificó en tiempo récord su genoma, se la clasificó como pandemia y actualmente registra 6 millones de casos confirmados, 365 mil muertos, 2.5 millones de recuperados y casi la totalidad de los países afectados, según datos de la Universidad Johns Hopkins. En este contexto, los científicos e investigadores de todo el mundo trabajan contra reloj, superando las etapas y protocolos en tiempos récord, en el desarrollo de una vacuna contra este virus, con más de 115 proyectos en curso.

“La nuestra sería la primera iniciativa para desarrollar una vacuna de este tipo en toda América Latina. Y avanzamos con un concepto nuevo, por ahora completando la fase de estudios preclínicos”, explicó Cassataro.

Su equipo está tratando de combinar varias proteínas y antígenos del coronavirus con otros compuestos que ya lograron poner a punto en su laboratorio y que, incluso, están patentados internacionalmente.

“Ya probamos con éxito en formulaciones orales contra otros patógenos en ratones y en aves de corral. Por lo que sabemos hasta ahora nuestros productos logran una combinación que puede desatar un tipo de inmunidad efectiva para el coronavirus, ya que provoca en el sistema inmune la creación de anticuerpos IgA, que, además, se generan en el mejor lugar del cuerpo: las mucosas respiratorias. Estas moléculas también lograron generar linfocitos T-helper 1 y T CD8”, detalló.

Asimismo, la investigadora agregó otro detalle clave: “Para nuestra formulación pensamos utilizar antígenos de las cepas y de linajes virales específicos del SARS-CoV-2 que circulan en Argentina y que fueron secuenciados en el Malbrán”.

Finalmente, si la vacuna resultante, además de ser efectiva, pudiera suministrarse en forma oral, sería un bonus track, porque “eso facilitaría la distribución y el proceso de vacunación”.

“Ese no es un tema menor porque los expertos de la OMS hablan de que necesitaríamos fabricar al menos 1.000 millones de dosis en el menor tiempo posible”, dijo la experta de la Unsam.

Finalmente, Cassataro advirtió sobre la ansiedad para tener resultados concretos. “Es increíble todo lo que avanzamos en muy poco tiempo. Pero no podemos afirmar categóricamente que en 12 ó 18 meses tendremos una vacuna. Me encantaría, pero la ciencia avanza de otra manera. Vacunas vamos a tener. Pero no antes de probarlas en miles de personas, de estar seguros que no causan más daños que los que previenen y que son efectivas para protegernos”. Y concluyó: “¿Cuándo llegará? Todavía no podemos saberlo con certeza”.

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