El diputado provincial de Cambio Federal, Walter Carusso, fue uno de los tantos dirigentes, políticos y personajes públicos que salieron a desmentir haber formado parte de la lista de vacunados vip que terminó con la renuncia del exministro de Salud de la Nación, Ginés González García.

El legislador de la Primera sección electoral atribuyó la difusión de su nombre a “algunos sectores malintencionados que sólo buscan obtener determinado rédito político desde la descalificación sin importarle la salud de la población” y consideró que es “lamentable la utilización política”.

Efectivamente Carusso se aplicó la primera dosis de la vacuna Sputnik V el 4 de enero en el Hospital Central de San Isidro, donde desarrolla su actividad profesional como parte de la gestión del intendente Gustavo Posee. Unos días antes, el 28 de diciembre, se registró en la App Buenos Aires Vacunate, del Gobierno bonaerense.

“Nunca ejercí privilegio alguno y nunca lo hará. No me he vacunado de manera irregular ni he sido favorecido, no se han vacunado a mis padres que tienen más de 80 años ni ningún otro miembro de mi familia”, descargó el diputado después de haber sido mencionado como parte de los inoculados VIP.

Carusso argumentó que recibió la vacuna contra el COVID-19 “luego de haber corroborado tres requisitos que debían cumplirse”. “Estaba inscripto en el programa de vacunación, era grupo d de riesgo y menor de 60 años”, explicó el legislador en un descargo que difundió a través de sus redes sociales.

“El plan de inscripción establece que uno de los subgrupos de vacunación prioritaria es el de las personas de riesgo y está compuesto por los padecen enfermedades preexistentes. Entre las enfermedades preexistentes padezco dos, la diabetes (soy insulino requirente) y la enfermedad cardiovascular ya que tengo una angioplastia desde 2016”, agregó.

En cuanto al lugar de vacunación, Carusso señaló que “desde el inicio de la pandemia, me reúno todos los lunes en el Hospital Central de San Isidro con el equipo de la Secretaría de Salud, para informarme acerca de la evolución del virus y la situación epidemiológica de la provincia ya que tengo una responsabilidad como diputado provincial”.

“Lo aquí manifestado es lo que ocurrió realmente  y debo aclararlo ya que no hago público mi estado de salud que sólo es conocido por  mi familia y mis amigos cercanos, es algo que preservo de mi vida privada y que no interfiere con mi actividad como legislador”, sentenció el diputado.