Cuando parecía haber una tregua en la interna del peronismo bonaerense, un grupo de intendentes volvió a reavivar la disputa por el liderazgo del espacio. Anotan otro punto para el gobernador Axel Kicillof.
Tras el revuelo por las críticas del jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, a La Cámpora, el intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera, se metió en la arenga kicillofista y llamó a “defender” su gestión en el marco del ajuste de Javier Milei.
En declaraciones a Radio 10, Barrera sostuvo que Kicillof “es el último bastión que tiene el Gobierno nacional para arrasar con las políticas públicas”, por lo que afirmó que su rol es “defenderlo para seguir dando respuestas a los vecinos, no especular con las elecciones”.
En medio de la discusión nacional, tiró un palo directo para la interna del Partido Justicialista y reprochó que “Axel no solo tiene problemas afuera, también tiene escollos adentro con Intendentes opositores e incluso con algunos de nuestro propio espacio”.
En ese marco, Barrera planteó la necesidad de “impulsar un proceso democrático interno” en el PJ para definir los candidatos en elecciones, y lanzó: “Que los candidatos se discutan y salgan de las bases. Después tenemos senadores y diputados provinciales que no pisan ningún distrito”, criticó.
El mensaje para el camporismo fue que los militantes propios militantes que participan del espacio están pidiendo el cese de la “elección a dedo” de los candidatos, tal como cuestionó Ferraresi días atrás.
La coincidencia no vino de la nada. Es que ambos intendentes vienen amasando un espacio en apoyo a Kicillof y en abierta confrontación con La Cámpora, que tuvo un plenario días atrás bajo la consigna de “construir una alternativa”.
En ese escenario, los dirigentes expresaron “la importancia” de recuperar el debate colectivo en pos de la organización del peronismo. “No estamos en contra de nadie, estamos a favor de Axel”, destacó Barrera.