Durante las últimas semanas se llevaron a cabo encuentros informales entre productores rurales y prestadores de servicios vinculados en la zona de influencia del puerto de Necochea, en el interior del mismo partido, así como en zonas cercanas a Balcarce, Lobería y Tres Arroyos.
En dicho encuentro la temática fue común: el prejuicio que resulta a los productores de la zona, de la diferencia superior a los 20 dólares por tonelada que las exportadoras pagan de menos a los productores por la misma mercadería en relación con lo que pagan en el puerto de Rosario.
En dichos encuentros se concluyó que hay una gran responsabilidad de la provincia que gobierna Axel Kicillof por cuanto la presidencia del órgano que administra el puerto es una funcionaria nombrada directamente por el mismo. Jimena López, una asistente social sin experiencia previa alguna en temas portuarios, es fuertemente criticada por los ruralistas que le atribuyen “jugar” incondicionalmente a favor de las exportadoras, en especial de Bunge y Viterra que son los grandes actores de la zona a cambio de que los representantes de las mismas “miren para otro lado” en relación con los gastos de campaña que realiza sin control la funcionaria.
Entre ellos destacan el haber incorporado a la planta del organismo provincial a mas de 40 empleados, todos militantes de su agrupación política, entre los que no faltan concejales en actividad y exfuncionarios municipales del gobierno de su hermano, quien fuera intendente de Necochea, hoy recordado como una de las peores gestiones de la historia.
Plantean que, frente al desinterés por los temas productivos, la funcionaria se dedica a organizar con dinero del puerto, que pagan los productores, eventos que nada tienen que ver con la actividad portuaria, por ejemplo encuentros de “mujeres y dinero” tal el nombre de uno de ellos, donde se invierte cuantiosas sumas dedicadas a la actividad proselitista, alguno hablan de cifras de varias decenas de millones de pesos, que son organizados por empresas privadas que a su vez lucran con los mismos.
Estos y mucho otros que califican como un verdadero despilfarro de los recursos que aporta el campo, llevaron al estado de preocupación generalizada que en los próximos días se podrían traducir en medidas concretas de protesta y pedidos de audiencia con las autoridades provinciales, no descartando exigir al representante del sector en el directorio del puerto una clara postura de cambio de rumbo a fin de iniciar acciones para modificar un rumbo, que a decir de las conversaciones llevadas a cabo perjudica a los productores de la zona en cerca de 140 millones de dólares al año, que dejan de percibir por la diferencia de precio.