El radicalismo mostró su peor cara este domingo en las elecciones disputadas en la ciudad de La Plata, en donde el aparato político y la movilización de llevar gente a votar terminaron generando una inversión que según estiman alcanzó los 60 millones de pesos. 

Las elecciones partidarias que terminaron con Pablo Nicoletti como titular de la UCR, quedaron envueltas en un escándalo que daña la democracia partidaria, al conocerse que habrían pagado entre 3.000 y 5.700 pesos por cada uno de los votos de los ‘correligionarios’ que fueron a votar. 

De acuerdo a cálculos extra oficiales, la interna del radicalismo costó unos 60 millones de pesos, entre el financiamiento de los punteros y el pago de remises que trasladaron afiliados hasta los lugares de votación. 

De acuerdo a los números finos, Unidad Radical que lideraba el referente de Martín Lousteau obtuvo el 58,8% de los votos, mientras que el sector de Sergio Panella llegó al 41,2% de los 6.700 afiliados que votaron en la interna partidaria este domingo. 

Pero la fiesta quedó apañada no sólo por las disputas internas que una vez más volvió a mostrar el partido centenario dentro de sus filas, sino también por la evidente compra de votos que se hizo presente como nunca antes este domingo en la ciudad de La Plata. 

Según confirmaron desde el radicalismo a este medio, se llegaron a pagar entre 3.000 y 5.700 pesos cada voto emitido. Incluso hay conversaciones de WhatsApp que lo demuestran, sobre el modus operandi de cómo se distribuía cada boleta en un sobre con el dinero dentro. 

Esta situación que daña uno de los actos más valiosos de nuestra democracia es algo que debería llamar a la reflexión a toda la Unión Cívica Radical de La Plata, que en sus discursos alaga la democracia y el valor de las instituciones y de la palabra, pero que luego en la práctica termina mostrando su peor cara con tal de retener un cargo público.