20.04.2024
Argentina

Aprobaron el protocolo nacional para el reinicio presencial de las clases

Finalmente el Gobierno nacional consiguió aprobar de forma unánime un protocolo de medidas de base para la vuelta a clases de los chicos, que aunque todavía resta que se sepa la fecha exacta del regreso a la modalidad presencial, al menos significa una novedad que brinda seguridad y algo de certezas.

A través del ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, y los representantes de las carteras provinciales educativas, se llegó a un consenso de forma unánime para aprobar el protocolo que incluye las medidas de base que deberán respetarse para poder activar el regreso a clases de forma presencial en la educación obligatoria y terciaria, tal como informó Ámbito.
Trotta presidió la 97ª Asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), reunión de la que participaron ministros y ministras provinciales de la misma área. En ese marco, acordaron y delinearon la resolución que fija los lineamientos obligatorios y las recomendaciones para que los alumnos y alumnas vuelvan al formato presencial.
El regreso sería escalonado y a partir del mes de agosto, según explicó Trotta en declaraciones televisivas, siempre según la situación epistemológica de cada una de las 24 jurisdicciones que acordaron de forma unánime el protocolo. 

El “Protocolo Marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y terciaria” recibió el visto bueno de todos los ministros y ministras del país. La resolución fija los lineamientos obligatorios marco y recomendaciones generales. En base a ello, cada jurisdicción podrá elaborar planes progresivos y según cada necesidad y particularidad, siempre y cuando se garantice la seguridad del retorno a los establecimientos tanto de los estudiantes como de los trabajadores.

“Esta reunión es parte de la estrategia conjunta que venimos transitando para poder proyectar un regreso seguro a las aulas, priorizando siempre la salud de toda nuestra comunidad educativa. La realidad de la circulación del COVID-19 en el país es muy diversa, por eso sostenemos la importancia de la construcción de consensos ayudando a contener y derribar los lógicos temores que pueden tener nuestras familias, docentes y estudiantes”, expresó Trotta.

Del texto del protocolo surge la previsión de exigir a los establecimientos educativos una readecuación de sus instalaciones y de capacitación de todo el personal. En ese sentido, habrá que garantizar elementos básicos, que antes de la pandemia no estaban en todas las escuelas: acceso a agua potable, jabón, toallas de papel descartables, alcohol en gel o líquido al 70°.
Además, será fundamental lograr en la infraestructura lo que se conoce como aula "burbuja": la adecuación del espacio físico de clase y otros espacios comunes para lograr el distanciamiento físico necesario. Se trata de una disposición en la que se sientan, en forma de cruz, ocho estudiantes, separados por una distancia mínima de 1,5 metros.
También se propone que las escuelas diseñen un esquema de grupos aúlicos integrado por niños de similares barrios y que, a su vez, se trabaje sobre el control y detección de vacunación y enfermedades de los alumnos.

Además, será obligatorio desde los primeros grados el uso de tapabocas casero que cubra boca, nariz y mentón. No así para jardines de infantes.
No obstante, tal vez el principal desafío que plantea la vuelta a clases tiene que ver con el uso del transporte público. Para sortearlo, el protocolo acordado indica que cada distrito deberá desarrollar un plan de transporte que garantice una mayor frecuencia de colectivos para evitar las aglomeraciones en la hora pico y que los chicos queden abarrotados en esos vehículos, cosa que solía ocurrir durante la vieja "normalidad", principalmente en el conurbano bonaerense.
La nueva normalidad en la que ingresará el sistema educativo también plantea que aquellos docentes o alumnos que presenten patologías previas o de base puedan continuar con sus tareas de manera virtual.

En el caso de registrarse un caso positivo de coronavirus o ante la sospecha de tal cosa a partir de síntomas o tratarse de un estudiante enmarcado como contacto estrecho, se suspenderán las clases por un día para realizar desinfección exhaustiva del establecimiento.
Las instituciones asumirán formatos distintos que se caracterizarán por articular lo presencial con lo no presencial, abriendo el camino para el desarrollo de una “bimodalidad” que pueda dar respuesta a los requerimientos de las trayectorias educativas.
Un aspecto central que destaca el protocolo tiene que ver con “evitar reuniones de docentes u otros miembros de la comunidad educativa en espacios donde no pueda cumplirse el distanciamiento” y además el pedido de “no compartir mate, vajilla, útiles, ni otros utensilios personales”.
Al mismo tiempo, recomiendan evitar “contacto físico de todo tipo como besos, abrazos, apretones de manos, puños, entre otros” y destacan la necesidad de “establecer protocolos o recomendaciones especiales para personas con discapacidad y sus acompañantes”. Por otro lado, mantienen las exención de asistencia al trabajo para aquellas personas que se encuentren dentro de los grupos de riesgo.
Por supuesto, el protocolo prevé que tampoco se podrán realizar eventos o reuniones dentro de los colegios.

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